Mi Jardin Feliz



Es el duende más leal. Todos los duendes que tratamos bien, después nos compensan ayudándonos con los poderes mágicos que sólo los seres de los bosques poseen. La fidelidad es un valor que los duendes tienen muy inculcado, valor del que los humanos suelen carecer, por eso ellos dedican muchísimo tiempo a investigar a todos los individuos de la tierra para poder corregir la lucha de las personas en benficio propio. Nos transmite la alegría de compartir con alguien la propia vida, procurando la felicidad y la mejora personal de la pareja, generando estabilidad y confianza obteniendo así el amor verdadero.
Desde el inicio de los tiempos este duende y sus antepasados se dedican a cuidar de la felicidad amorosa. Aunque también son duendes de los bosques, tienen cierta predilección por los jardines florecientes. Ayudan en las conquistas, en las reconciliaciones y en la búsqueda del entendimiento. La recompensa más sublime que pueden recibir es el brillo de los ojos de una persona apasionada. Hacen de todo para que las personas que tienen ciertos temores a enamorarse dejen fluir sus emociones intensamente, y realicen vida en pareja, así ellos mantendrán la llama del amor en todas las parejas.
Esta es un insólito duende de los bosques que frecuentemente se confunde con una bruja debido a su aspecto y a su comportamiento. Se pasa la mayor parte del tiempo barriendo a su alrededor y poniendo todo en orden mientras canturrea alegremente. Suele ayudar a las personas confusas y desordenadas, a aquellas que no saben pensar en el orden si no es como algo que les hace sentir realmente incómodas, las que olvidan cosas importantes enterradas entre miles de objetos y que no encuentran nunca lo que buscan. Canturrea a la vez que ella y te echará una mano.



Esta se guarda tras una apariencia huraña y gruñona para no revelar la verdadera naturaleza de su carácter que es bueno y generoso. Detesta ser molestada cuando está  ocupada en algo, ya que podría echar a perder una de sus pócimas mágicas. Vive entre las ruinas de los castillos. Conoce perfectamente nuestras necesidades y no es necesario llamarla para recibir su ayuda. Probablemente llegue refunfuñando paro bastará con no hacerle caso y dejarla a su aire. Pídele una de sus recetas y aunque te mire con mala cara, acertará con la fórmula exacta.
El aspecto de este duende tan singular es el de una anciano de cara arrugada pero muy dulce. Vive en la tranquilidad de las oscuras grutas que se pierden bajo tierra. Esos misteriosos laberintos en los que la tierra custodia la oscuridad, el silencio y la sabiduría, que le es transmitida al pasarse dias enteros escuchando las voces interiores de todas las criaturas que viven en la superficie. Cuando tengas algunas consulta, este es el duende que te podrá ofrecer una respuesta acertada y te aconsejará sabiamente.
Este es el duende que comparte con nosotros el mismo tramo de camino. Es el duende al que no le cuesta perdonar ni aceptar consejos y, a veces, también reproches. Es a él a quien confiamos nuestros secretos, así como una parte de nuestro corazón. Vive cómodamente en los hogares de los humanos permaneciendo invisible y sentado en cualquier parte de la casa a la espera de poder echarnos una mano cuando sea necesario ante cualquier despiste, enfado o pelea.



Se dice que este duende suele vivir en las madrigueras abandonadas por los zorros. Si por algo se caracteriza este duende es por el poder que tiene para atraer el dinero puesto que se dice que un duende sin olla de oro es como una rosa sin perfume. Si un duende no tiene esta olla, tendrá al menos una bolsa mágica que nunca estará vacía, o conocerá el paradero de un tesoro enterrado. Si encuentras alguno de estos duendes, sólo le podrás obligar a que te entregue sus posesiones si consigues atraparlo y sujetarlo con firmeza, tarea muy difícil, ya que son muy escurridizos.
Este duende vive en las regiones solitarias, entre las cimas de unas montañas tan altas que tan sólo las águilas pueden visitar. Desde esas inaccesibles alturas escucha las voces lejanas de los seres humanos que llegan hasta allí mezcladas con los sutiles cabellos del viento. Estas voces a menudo transportan los tristes sentimientos de incertidumbre de las personas, sus dudas e inseguridades. Entonces el duende recoge todas esas voces y medita sobre ellas para poder darles solución y mandar un mensaje a través de viento y así poder ayudar a los hombre.
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